2
La Tercera División fue el cuarto nivel del sistema de ligas de fútbol español. Fundada en 1929, estaba por debajo de la Primera División (también conocida como La Liga), la Segunda División y la Segunda División B semiprofesional.
Para la temporada 2021-22, la Tercera División fue sustituida por la Tercera División RFEF, que pasó a ser el quinto escalón debido a la creación de una nueva tercera división semiprofesional por parte de la federación española (RFEF) denominada Primera División RFEF[1].
Hasta la temporada 2018-19, los 18 campeones de grupo tenían la posibilidad de ascender directamente a la Segunda División B. Los ganadores de los grupos son sorteados en una serie de dos partidos, tras la cual los nueve ganadores ascienden a la Segunda División B. Los nueve clubes perdedores entran en la ronda de repesca por las últimas nueve plazas de ascenso.
Los 18 subcampeones se enfrentaron a uno de los 17 cuartos clasificados fuera de su grupo y los 18 terceros se enfrentaron entre sí en una serie de dos partidos. Los 27 ganadores avanzaron con los nueve clubes perdedores de la serie de campeones para determinar los 18 equipos que entraron en la serie final de dos partidos para las últimas nueve plazas de ascenso. En todas las series de repesca, el club peor clasificado jugó primero en casa. Cuando había un empate en la posición (como los ganadores de grupo en la serie de campeones o los terceros clasificados en la primera ronda), un sorteo determinaba el club que jugaba primero en casa.
Liga autonómica
La Tercera División es la cuarta categoría más importante de la liga de fútbol española. La Tercera División se creó en 1929 como categoría no profesional justo por debajo de la Segunda División española y por encima de las categorías autonómicas. Posteriormente, a partir de 1977, cuando se creó la Segunda División «B», se situó por debajo de esta categoría para convertirse en la cuarta categoría del fútbol español.
La Tercera División española está formada por 360 equipos de fútbol, divididos en 18 grupos de 20 equipos cada uno según su región geográfica. Cada grupo corresponde a una Federación Territorial de una Comunidad Autónoma, excepto en el caso de Andalucía que se divide en dos; Andalucía Oriental y Andalucía Occidental. Los clubes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla compiten con los de la Federación Territorial de Andalucía, Ceuta compite con las provincias de Andalucía Occidental y Melilla con las provincias orientales.
La Tercera División es una categoría que a día de hoy no es profesional según el reglamento de la RFEF. Hay dos tipos de fichas de jugadores que compiten en la Tercera División. Las fichas «P» y las fichas «A». Las fichas «P» corresponden a los jugadores profesionales, que serán para aquellos jugadores que se presenten ante la Federación y las organizaciones sindicales como trabajadores. Tienen un contrato que debe estar debidamente cerrado y completado.
3
A diferencia de Inglaterra, los equipos de reserva en España juegan en la misma pirámide de fútbol que su equipo senior, en lugar de una liga separada. Sin embargo, los equipos reserva no pueden jugar en la misma división que su equipo senior. Por lo tanto, el equipo no puede ascender a la Liga, la división en la que juega el equipo principal. Los equipos reserva tampoco pueden participar en la Copa del Rey.
Fundado en 1944 como Club Deportivo Mestalla, el club pasó 21 temporadas en la Segunda División en el período comprendido entre 1947 y 1973, incluyendo un mejor resultado de la sección sur en 1951-52; llegó a terminar en el primer puesto de la liguilla de ascenso, pero no pudo ascender a la Liga como equipo de reserva del Valencia CF, que ya jugaba en esa división.
En 1972-73, el club quedó último en la Segunda División y descendió a la Tercera División; tres años después, volvió a descender a la Regional Preferente valenciana, la máxima división del fútbol regional español. Sin embargo, su estancia fue efímera, ya que una reorganización de la liga española lo devolvió a la Tercera División, ahora el cuarto nivel de la pirámide del fútbol nacional. En la temporada 1987-88 volvió a ascender brevemente a Segunda División B, pero descendió de nuevo tras quedar a un solo punto de la salvación. En 1991, tras tres temporadas más en Tercera División, se fusionó totalmente con el Valencia CF, convirtiéndose oficialmente en el equipo B del club.
Regional preferente
El Deportivo de La Coruña afronta el fin de semana con inquietud, consciente de que la última humillación de este gran club de fútbol podría estar a sólo 90 minutos de distancia. Viaja a Vigo para enfrentarse a un gran rival, el Celta, pero este no es un derbi gallego cualquiera. Viene con una vuelta de tuerca. Porque mientras el Celta de Vigo propiamente dicho se prepara para enfrentarse al Athletic de Bilbao, es el equipo B el que debe superar el Deportivo de La Coruña. Este es el remanso de la tercera división española y, por impensable que parezca, una derrota podría condenar al Depor a un nuevo descenso.
Los aficionados ya tuvieron que soportar la derrota en el derbi de Riazor en diciembre. Aquella derrota desencadenó un alarmante bajón. La posterior racha de seis partidos sin ganar les dejó fuera de la lucha por el esperado ascenso y, en cambio, planteó la desagradable perspectiva de un nuevo descenso. La reorganización del sistema liguero hace que el Deportivo tenga muchas posibilidades de estar en la cuarta categoría la próxima temporada.
¿Cómo ha sucedido? Este es el club de Bebeto y Djalminha, de Fran y Valerón, de Roy Makaay y Diego Tristán. La Liga de Campeones fue en su día su patio de recreo. Ganador de la Liga en 2000, sigue siendo uno de los cinco clubes que han ganado la competición en los últimos 30 años. Pero mientras tres de los otros cuatro siguen en lo más alto de la Liga, las preocupaciones del Valencia en la zona media de la tabla se ponen en contexto con la situación del Depor. Es una historia de mala gestión y desconfianza, un club que se tambalea de una crisis a otra. Cada corrección precipitada del rumbo no ha hecho más que acercarlo al abismo. Se ha intentado todo, pero nada ha funcionado. Se han convertido en un sinónimo de incompetencia, una fuente de fascinación sombría para aquellos que no pueden mirar hacia otro lado.