Ayudar a alguien con depresión
Algunas personas pueden no saber si la persona a la que apoyan ha sido diagnosticada clínicamente con una condición de salud mental. Otras habrán reconocido que algo no va bien y estarán dando los primeros pasos para obtener una opinión médica. Hay personas que pueden haber estado apoyando a un amigo o a un ser querido durante algún tiempo y trabajando para su recuperación.
Algunas personas de apoyo también se ocupan de alguien que tiene un problema de salud mental y un problema de salud física coexistente, una discapacidad o una enfermedad crónica (por ejemplo, una afección cardíaca, la enfermedad de Parkinson o un diagnóstico de cáncer).
Los cuidadores prestan un apoyo continuo que puede ser de tipo social, emocional, físico o económico. A veces, esto puede entrar en conflicto con su propio empleo, sus relaciones, su vida social y su salud física y/o mental.
Durante muchos años, las enfermedades mentales, como la ansiedad y la depresión, no se discutían abiertamente en la comunidad debido al estigma asociado a la enfermedad. Si alguien se rompe un brazo, el proceso es sencillo: obtener una radiografía, recibir tratamiento y comenzar la recuperación. A diferencia de las lesiones físicas, como la rotura de un hueso, los síntomas de la ansiedad pueden ocultarse deliberadamente o sin querer.
Cómo ayudar a alguien que está deprimido
Si quieres estar al lado de alguien que sufre depresión o ansiedad, ya estás siendo un gran amigo. Puede ser difícil saber exactamente cómo ayudar a alguien con depresión o ansiedad, y qué decir a alguien que está pasando por un mal momento. Recuerda que cada persona es diferente y, aunque estos consejos son una guía, cuando ayudes a un amigo con depresión o ansiedad, es importante que hables con él sobre lo que siente que necesita.
¿No estás totalmente seguro de lo que es la depresión o la ansiedad, o de cómo ayudar a un amigo con depresión o ansiedad? Un primer paso muy bueno para ayudar a tu amigo es averiguar más sobre la depresión, la ansiedad o cualquier otra cosa por la que esté pasando; esto te ayudará a entender mejor lo que está pasando y cómo se siente.
A veces es difícil distinguir entre los altibajos normales de la vida y los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. Una persona con problemas de salud mental puede sentirse avergonzada y preocupada por la reacción de sus amigos si habla de ello.
Tenía un perro negro, se llamaba depresión
Si usted o un ser querido están luchando contra la depresión, póngase en contacto con la Línea Nacional de Ayuda de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) en el 1-800-662-4357 para obtener información sobre centros de apoyo y tratamiento en su zona.
Si vive con alguien que está deprimido y ve su día a día, puede sentirse confundido e incluso asustado a veces. Y si usted mismo nunca ha estado deprimido, es posible que le cueste imaginar lo que se siente. Es posible que no sepa mucho sobre las causas de la depresión, cómo se diagnostica o qué opciones de tratamiento existen.
Hay muchas medidas que puede tomar para informarse sobre la experiencia de su ser querido con la depresión, pero también debe cuidar su propia salud mental y su bienestar. A continuación, encontrará 10 cosas que puede hacer para ayudar a un ser querido que tiene depresión.
Aunque no se puede «contagiar» la depresión de la misma manera que un resfriado o una gripe, las influencias genéticas y ambientales compartidas pueden hacer más probable que las personas que viven juntas o son miembros de la misma familia se depriman.
Cómo ayudar a un amigo con ansiedad o depresión
Sentirse deprimido no es una parte natural del envejecimiento, sino una señal de que no te sientes tan bien como deberías. Las personas mayores con depresión suelen experimentar más síntomas físicos, como cansancio, pérdida de peso y problemas para dormir. No son cuestiones triviales; son cruciales para su salud.
Si ha experimentado algunos de estos síntomas la mayoría de los días durante 2-4 semanas, debería hablar con un profesional médico. Hablar de tu salud mental puede ser desalentador, pero tu médico de cabecera estará acostumbrado a tener estas conversaciones y no te juzgará. Está ahí para ayudar y sabrá qué hacer.
Estos síntomas son completamente normales, pero pueden afectar a tu vida diaria. Si te encuentras preocupado todo el tiempo o la mayor parte de él, y experimentas síntomas físicos como latidos rápidos del corazón, temblores o sudoración, pide una cita con el médico de cabecera. Puedes hablar con tu médico o enfermera en cualquier momento, con total confianza. No te juzgarán: están ahí para escucharte y ayudarte a volver a la normalidad.
No escondas lo que sientes debajo de la alfombra y esperes que se solucione por sí solo: es probable que los síntomas empeoren si no tomas medidas. Tener depresión o ansiedad es como una enfermedad física, y puede tratarse con éxito.