Dentro del organismo se libra una batalla constante entre las moléculas que nos mantienen vivos y las que pueden hacer daño. Una lucha silenciosa que puede tener consecuencias graves para la salud si no se controla, conocida como estrés oxidativo.
¿Te has preguntado alguna vez por qué se vuelven marrones las manzanas o por qué se oxida un clavo? La respuesta es el estrés oxidativo, un proceso natural que también ocurre en nuestro cuerpo y que puede llegar a afectar la salud si no se combate.
La buena noticia es que hay formas de proteger tu bienestar, como las prácticas ortomoleculares. Integrative Med, profesionales de orthomolecular medicine, explica un poco más sobre este enemigo invisible.
¿Qué es el estrés oxidativo?
El estrés oxidativo es un proceso en el que las células del cuerpo se ven sometidas a un exceso de radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar tejidos y órganos. Estos radicales. Libres se generan de forma natural en el organismo como resultado del metabolismo, la respiración y la exposición a factores ambientales como la contaminación, el estrés emocional y la radiación.
En el organismo también se encuentra otro tipo de moléculas, los antioxidantes, que tienen la capacidad de neutralizar los radicales libres y proteger las células.
El estrés oxidativo surge cuando el cuerpo tiene un desequilibrio entre ambos grupos de moléculas. Cuando hay más radicales libres que antioxidantes, el cuerpo sufre un deterioro que, de no ponerle remedio, puede ser peligroso.
Impacto en el cuerpo
El estrés oxidativo puede llevar a la oxidación celular, contribuyendo al envejecimiento y la aparición de enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Es como si las células envejecieran más rápido de lo normal.
Prácticas ortomoleculares para combatir el estrés oxidativo
Las prácticas ortomoleculares son un enfoque terapéutico que busca restaurar el equilibrio natural del organismo administrando sustancias idénticas a la bioquímica de nuestro cuerpo. En el caso del estrés oxidativo, este tipo de terapias se centran en aumentar los niveles de antioxidantes para contrarrestar los efectos de los radicales libres.
Algunas técnicas ortomoleculares para combatir el estrés oxidativo son:
- Suplementación con antioxidantes. Nutrientes como las. Vitaminas C y E, el betacaroteno y el selenio son algunos de los antioxidantes más usados en la administración de suplementos.
- Dieta rica en antioxidantes. Frutas, verduras, legumbres y frutos secos son fuentes naturales de antioxidantes, por lo que incluirlos en la alimentación diaria puede ayudar a aumentar los niveles de protección contra el estrés oxidativo.
- Terapia con enzimas. Las enzimas antioxidantes, como la superóxido dismutasa (SOD) y la glutatión peroxidasa (GPX), pueden contribuir a neutralizar los radicales libres y proteger las células.
- Ozoterapia. La administración de ozono medicinal ayuda al organismo en la producción de antioxidantes y reduce el estrés oxidativo.
Beneficios de combatir el estrés oxidativo
Además de proteger las células del daño que pueden generar los radicales libres, reducir el estrés oxidativo también aporta numerosos beneficios para la salud, como:
- Retrasar el envejecimiento. Uno de los principales factores responsables del envejecimiento celular es el estrés oxidativo. Combatirlo puede ayudar a tener una piel más joven, un sistema inmunológico más fuerte y una mayor vitalidad.
- Prevenir enfermedades. Como se ha mencionado antes, hay una amplia gama de enfermedades crónicas relacionadas con el estrés oxidativo. Mantenerlo bajo control ayuda a reducir el riesgo de padecerlas.
- Mejorar el rendimiento físico. Un exceso de radicales libres puede tener un efecto muy negativo en el rendimiento físico. Cuando se combate, se mejora la resistencia, la fuerza y la recuperación muscular.
Es importante recordar que la salud es un tesoro, y cuidarla está en nuestras manos. Con técnicas de medicina ortomolecular, se puede lograr una vida más sana y llena de vitalidad.